"Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios."
( 2 Corintios 5:20)
Nosotros nos congregamos en Calvary Chapel Azusa en California, Estados Unidos de America.
Nosotros existimos para:
1. predicar el evangelio de Jesucristo a toda la gente posib
"Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios."
( 2 Corintios 5:20)
Nosotros nos congregamos en Calvary Chapel Azusa en California, Estados Unidos de America.
Nosotros existimos para:
1. predicar el evangelio de Jesucristo a toda la gente posible y
2. animar a cada miembro del cuerpo de Cristo a voluntariamente cumplir su minesterio de reconciliación dado a cada uno de ellos.
El apóstol Pablo nos recuerda que Dios nos ha dado (a él, a ustedes y a mi) el ministerio de la reconciliación.
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pec
El apóstol Pablo nos recuerda que Dios nos ha dado (a él, a ustedes y a mi) el ministerio de la reconciliación.
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.”
(2 Corintios 5:18-20)
Por la escritura mencionada, les pedimos que consideren que si ustedes han sido reconciliados con Dios por Cristo, Dios les ha dado el ministerio de la reconciliación, a pesar de su edad, titulo o ministerio en su iglesia local.
Por lo tanto, los animamos a cumplir su ministerio de reconciliación dado por Dios, y de esta manera ayudenos a “predicar el evangelio a toda criatura” porque Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad,” “no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
(1 Timoteo 2:4, 2 Pedro 3:9)